El rendimiento académico es un producto del proceso de evaluación que permite determinar el logro de objetivos y competencias por parte del estudiante, en consecuencia, refiere una evaluación del conocimiento adquirido en el ámbito escolar, en los diferentes niveles del sistema educativo.
“La capacidad que tiene el estudiante para realizar las diferentes actividades, producto del dominio de conocimientos obtenidos mediante el logro de los objetivos propuestos y el aprendizaje aplicado a la vida escolar”
En la escuela los problemas para el rendimiento se pueden dar por dificultades en el ámbito familiar, escasa supervisión parental o sobreprotección; en el colegio puede ser por desmotivación, despreocupación, falta de seguimiento o apoyo, fracaso escolar y dificultades emocionales.
Exámenes médicos de sangre y orina deberían realizarse a los niños antes de comenzar su periodo escolar.
Según la pediatra Myriam Ramírez, esto permitirá identificar enfermedades como anemia o la presencia de parásitos, con el fin de tratarlas a tiempo y que estas no perjudique el rendimiento académico del menor.
Asimismo, es recomendable una revisión optométrica (para saber si el niño observa bien las letras) y auditiva. Este tipo de problemas “puede provocar que se desconcentre (de clase) y ponga su atención en otras cosas”, afirma la especialista.